viernes, 31 de julio de 2009

EL ARTE DE VIVIR JUNTOS

Cuenta una leyenda de los indios Siux que, cierta vez, Toro Bravo y Nube Azul, llegaron tomados de la mano a la tienda del viejo hechicero de la tribu y le pidieron:

- Nosotros nos amamos y vamos a casarnos.
- Pero nos amamos tanto que queremos un consejo que nos garantice estar para siempre juntos, que nos asegure estar uno al lado del otro hasta la muerte.
- ¿Hay algo que podamos hacer?

Y el viejo emocionado al verlos tan jóvenes, tan apasionados y tan ansiosos por una palabra les dijo:

- Hacer lo que puedan hacer aunque sean tareas muy difíciles. Tú, Nube Azul, debes escalar el monte al Norte de la aldea sólo con una red, cazar el halcón más fuerte y traerlo aquí con vida, hasta el tercer día después de la luna llena. Y tú Toro Bravo, debes escalar la montaña del Trueno; allá arriba encontrarás a la más brava de todas las águilas. Solamente con una red deberás agarrarla y traerla para mí ¡viva!

Los jóvenes se abrazaron con ternura y luego partieron para cumplir con la misión.

El día fijado, en frente a la tienda del hechicero, los dos esperaban con las aves.

El viejo las sacó de las bolsas y contrastó que eran verdaderamente hermosos ejemplares de los animales que él había pedido.

- Y ¿ahora que debemos hacer? – Los jóvenes le preguntaron.
- Tomen las aves y amárrenlas una a otra por las patas con esas cintas de cuero. Cuando estén amarradas, suéltenlas para que vuelen, libres.

Ellos hicieron lo que les fue ordenado y soltaron los pájaros. El águila y el halcón, intentaron volar, pero apenas consiguieron dar pequeños saltos por el terreno.

Minutos después, irritadas por la imposibilidad de volar, las aves comenzaron a agredirse una a otra, picándose hasta lastimarse.

Entonces el viejo dijo:

- Jamás se olviden lo que están viendo. Y éste es mi consejo: ustedes son como el águila y el halcón. Si estuvieran amarrados uno al otro, aunque fuera por amor, no solo vivirían arrastrándose, sino también, más tarde o más temprano, comenzarán a lastimarse uno al otro.
Si quieren que el amor entre ustedes perdure, vuelen juntos, pero jamás amarrados.

LIBERA A LA PERSONA QUE AMAS PARA QUE ELLA PUEDA VOLAR CON SUS PROPIAS ALAS.

Esta es una verdad en el matrimonio y también el las relaciones familiares, amistades y profesionales.
Respeta el derecho de las personas de volar rumbo a sus sueños.
La lección principal es saber que solamente libres, las personas son capaces de amar.

jueves, 16 de julio de 2009

El test sicologico para un trabajo

Un candidato está en una entrevista de trabajo.

El psicólogo le dice:

- Le voy a realizar un test final para su admisión.

- Perfecto, dice el candidato.

- Entonces el psicólogo le pregunta:

- Usted está en una calle oscura y ve a lo lejos dos faros viniendo en su dirección, ¿Usted qué piensa que es?

- Un coche, dice el candidato.

- Un coche es muy poco, ¿Qué tipo de coche? ¿Un BMW, un Audi, un Volkswagen?

- ¿Y cómo lo voy a saber?

- Hummm..., dice el psicólogo, que continúa: le voy a hacer otra pregunta:

- Usted está en la misma calle oscura y ve sólo un farol viniendo en su dirección, ¿qué es?

- Una moto, dice el candidato.

- Sí, pero ¿qué tipo de moto? ¿Una Yamaha, una Honda, una Suzuki?

- Pero si es una calle oscura cómo lo voy a saber? (ya medio nervioso)

- Hummm..., dice el psicólogo Aquí va la última pregunta:

- En la misma calle oscura usted ve de nuevo un solo farol pero más pequeño y percibe que viene más lento, ¿qué es?

- Una bicicleta.

- Si, pero ¿qué tipo de bicicleta?, ¿una Caloi, una Raleigh?

- No sé !!.

- ¡Ha sido Vd. descalificado! - Dice el psicólogo.

Entonces el candidato, medio triste con el resultado, dice al psicólogo:

- Aunque he sido descalificado, el test me ha parecido muy interesante . ¿Puedo hacerle una pregunta, en la misma línea de razonamiento?

Y el psicólogo satisfecho responde, ¡claro que puede!

- Usted señor, está a la tarde casi noche en una calle mal iluminada. Ahí ve una mujer muy maquillada, con un vestido rojo muy corto, contoneándose y moviendo el bolso, ¿qué es?

- Ah! - dice el psicólogo - es una puta...

- Si, pero ¿qué puta? ¿Su hermana? ¿Su hija? ¿Su mujer? ¿O su puta madre?